Mirando al mar soñé con la isla de mis sueños. Con sus torreones cubiertos de musgo y sus cúpulas de geometría imposible. Con sus amaneceres y ocasos despidiendo haces de oro y plata. Y con su destrucción a manos del horror indescriptible surgido de mis más profundas pesadillas.
Se despierta un día más Idiotizada la ciudad Sin Esperanza Nuevo día de presente sin futuro
Elevando grises nubes hacia el cielo Se mueven huecos y sombríos rostros Pateando las aceras como autómatas Especímenes de mentes vacías Rotos corazones de paja seca Ardiendo consumidos por la desidia Nada que merezca reseñar o recordar Zánganos nacidos para trabajar Atrapados en falsa libertad Sin destino ni voluntad
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Resubo este acróstico. El que da inicio a “Crónicas de un bufón loco”
Pequeño gorrión nocturno de alas café y pico de plata.
¿No ves que el sol ya se escondió y la luna ya canta?
Es hora de desplegar tus alas y bailar al son del viento entre las estrellas. Planear sobre las luces de las ciudades que se apagan. Sentir que la capa de oscuridad te envuelve para que las rapaces nocturnas no puedan criticar esa libertad que siempre te acompaña. Tal vez posarte en una alambrada, atusar tus suaves plumas mientras silvas y descansas tus negros y brillantes ojos ante la proximidad del alba.
Pequeño gorrión nocturno, la noche por desgracia se acaba. Es hora de replegar las alas, cerrar tus ojitos y soñar hasta que inevitablemente la noche susurre…
¿No ves que el sol ya se escondió y la luna ya canta?
Estaba claro que éramos diferentes. Engranajes defectuosos del gran mecanismo en que había evolucionado la humanidad. No encontrábamos sentido a malvivir entre los cientos de millones de zánganos que pueblan la mayor de las Megapolis en ese ciclo eterno de trabajo, consumo y sueño.
Era solo cuestión de tiempo que tomáramos caminos diferentes, y una nebulosa mañana de lo que antiguamente llamábamos primavera comenzamos a caminar por el único camino que se alejaba de la monstruosa urbe.
II
Cada paso al frente dejaba un poco atrás aquel horizonte de hormigón, acero, cristal y smog. Lentamente fuimos observando como el paisaje antes gris y monótono tomaba brillantes tonos verdes que respiraban e insuflaban vida, y antes de que nos quisiésemos dar cuenta habíamos retrocedido un millón de años en el tiempo hacia un lejano pasado. A una época olvidada sin electricidad, agua corriente o internet. A merced de la climatología y los caprichosos ciclos de las estaciones.
Todo lo que podíamos conseguir tenía plasmado su precio en gotas o litros de sudor. Volvimos a descubrir el fuego, y las frías noches de invierno las pasábamos alrededor de una hoguera contando las historias que nos susurraba el viento hasta que nos quedábamos dormidos soñando con esa nueva vida en uno de los incontables poblados que fueron abandonados hacia ya unos doscientos años, cuando la gente de entornos rurales dejó de ser necesaria.
III
Pero los tentáculos de la humanidad son largos y devastadores. Éramos libres y la libertad se paga con sangre y olvido. Toda rama que crece en dirección equivocada debe ser podada, y un amanecer cualquiera sobre una loma a las afueras del poblado aparecieron las siluetas de un pelotón de soldados.
No hicieron preguntas. Únicamente dispararon, y los que quedamos vivos fuimos encerrados por siempre donde no se supiese jamás de nuestra existencia y utópico sueño de cambio.
Y así fué como comenzó y terminó un intento de vivir. De vivir una nueva vida en este mundo sin futuro para el auténtico soñador.
Distinta imagen pero sigo siendo el mismo niño de ayer
Tal y como reza el titulo, he comenzado un nuevo podcast en el que iré leyendo mis escritos por orden y comentandolos. Está realizado en la plataforma Anchor y se puede escuchar tambien por spotify. La idea es realizar uno semanal.
Comparto con vosotros los enlaces de este primer episodio.
Siempre fui como el árbol solitario
Erguido en mitad de la yerma nada
Enraizado donde la vida es utopía
Reflexionando acerca de como
Presente, futuro y pasado
Se mantienen inamovibles.
Nunca cambian
Hasta que la tempestad estalla
Y sus torrenciales lluvias
Alimentan hojas, raíces y ramas
Y sus revitalizadoras aguas
Calman la sed
Y esperanzan el alma
La cubierta original ha sufrido un viaje dimensional
No todos los años un bufón loco llega hasta su probable mitad de la vida (40 añazos cumplo en una semana), y antes de caer en la típica depresión, he decidido hacerme un auto-regalo: La segunda edición del que fue mi primer libro.
“Crónicas de un bufón loco” ha sufrido un buen lavado de cara, los textos se han revisado y además he añadido un once escritos que no incluía la edición original (He ampliado un 30% su contenido).
Por si fuera poco, hasta finales de marzo, la edición impresa va a estar al precio mínimo que permite la plataforma: 3,5€ (Después a 5€). Así que si no lo has leído esta es la mejor oportunidad, y si lo hiciste casi que también.
Para quien no lo sepa, “Crónicas de un bufón loco” es una selección de textos breves de todo tipo (relatos, microrrelatos y poesía) y temática (Fantasía, terror, ciencia ficción, mitología… ) que de alguna manera no desentonan entre ellos.
Mi propia copia llegará este mismo lunes, y la vuestra la podéis conseguir en los siguientes enlaces (Desde ahí podéis conseguir la edición Kindle a 0,99€):
Fletó la barcaza y zarpó hacia horizontes inalcanzables
VERSIÓN EXTENDIDA (Original)
Siempre deseó llegar lejos hasta que un día zarpó buscando nuevos horizontes.
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Resubo este Microcuento incluyendo la nueva versión (8 palabras).
La versión original de este micro cuento fué la extendida (12 palabras), pero un día en un reto hice un recorte y lo dejé en 8…. Personalmente este micro cuento (O nanorelato) me gusta mucho.